Recordamos el pasado, vivimos nuestro presente y soñamos con un futuro. Esa era la frase que Nerea necesitaba para serenarse. Su vida no había ido bien desde que su ex novio la había dejado plantada en el altar. Jamás había pasado tanta vergüenza y ella sabía que nunca se lo perdonaría. No podría ser de otra manera, a esas alturas no había vuelta atrás. Pero a pesar de todo, ella era una mujer, una mujer de sonrojadas mejillas, de ojos claros, y pelo moreno. Era atractiva y nadie se atrevía a discutirlo. Todo el mundo sabía que ella defendía la verdad por encima de todo. Podría ser de todo pero nunca una mentirosa, odiaba el cinismo. Su mayor error fue querer casarse con apenas 21 años de edad. Había terminado sus estudios con excelentes notas y tenía buen sueldo como administradora de una gran empresa en Manhattan. Pero el no casarse con David le hizo ver lo poco que se había significado el amor en su vida. Aun así decidió que jamás volvería a creer en el amor, consideraba que no era justo sufrir de esa manera. Pero algo le decía que su vida a cambiar muy pronto. Algún acontecimiento inesperado hará que su forma de pensar cambie. Alguien le enseñará los verdaderos orígenes del amor…